El pasado pasó, y el futuro no ha llegado.
Importa tu hoy.
Pero un hoy plagado de nuevas experiencias, de gente nueva, de lugares desconocidos.
Un hoy que te acerque a vos mismo. Estar feliz o sufrir, pero sentir.
Que no pase la vida por nosotros, sino que pasemos nosotros por ella.
Crecer un poco cada día. Acostumbrarse al cambio, rechazar lo estático.
Dejar el miedo y los prejuicios de lado. Abrir las compuertas del corazón.
Tomar el valor de caminar hacia uno mismo. No importa el que dirán, ni los fracasos.
Las decepciones, o los altibajos. No importa caminar contra la corriente o con ella.
Cada día será tan especial como te lo propongas. Pero si estás abierto a lo otro, a lo nuevo.
Si no te encerrás en tu caparazón. Si no construís barreras, y luego te quedás preso en
ellas. Si ponés todos tus sentidos abiertos a la vida.
Si una a una te sacás las caretas y sos auténtico.
Simple.
Y te esforzás no solo en conocer, sino en comprender.
Si aprendés a valorar un amanecer, un atardecer, una flor.
Las pequeñas cosas.
Y te das cuenta que la felicidad es una elección.
Pero tampoco evitar el dolor, porque es un sabio maestro.
Es imposible caminar por la vida sin alguna vez golpearse, porque la vida es cambio, y es riesgo.
No dejes de vivir por miedo a sufrir, porque te perderás lo más importante.
Dejá que la espontaneidad aflore, que cada día sea una sorpresa distinta, una aventura.
No dejes que te indiquen lo que debes ser.
Simplemente sé vos mismo.
Verás que la felicidad se consigue día a día, y que el único sentido que tiene la vida, es vivirla.
Pero un hoy plagado de nuevas experiencias, de gente nueva, de lugares desconocidos.
Un hoy que te acerque a vos mismo. Estar feliz o sufrir, pero sentir.
Que no pase la vida por nosotros, sino que pasemos nosotros por ella.
Crecer un poco cada día. Acostumbrarse al cambio, rechazar lo estático.
Dejar el miedo y los prejuicios de lado. Abrir las compuertas del corazón.
Tomar el valor de caminar hacia uno mismo. No importa el que dirán, ni los fracasos.
Las decepciones, o los altibajos. No importa caminar contra la corriente o con ella.
Cada día será tan especial como te lo propongas. Pero si estás abierto a lo otro, a lo nuevo.
Si no te encerrás en tu caparazón. Si no construís barreras, y luego te quedás preso en
ellas. Si ponés todos tus sentidos abiertos a la vida.
Si una a una te sacás las caretas y sos auténtico.
Simple.
Y te esforzás no solo en conocer, sino en comprender.
Si aprendés a valorar un amanecer, un atardecer, una flor.
Las pequeñas cosas.
Y te das cuenta que la felicidad es una elección.
Pero tampoco evitar el dolor, porque es un sabio maestro.
Es imposible caminar por la vida sin alguna vez golpearse, porque la vida es cambio, y es riesgo.
No dejes de vivir por miedo a sufrir, porque te perderás lo más importante.
Dejá que la espontaneidad aflore, que cada día sea una sorpresa distinta, una aventura.
No dejes que te indiquen lo que debes ser.
Simplemente sé vos mismo.
Verás que la felicidad se consigue día a día, y que el único sentido que tiene la vida, es vivirla.
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